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viernes, 21 de marzo de 2008

¿Eres una adicta a las compras? Compruébalo aquí


¿A quién no le gusta gastar? Serán pocas, o ninguna, las personas que digan no. Siempre hay algo que nos interesa, puede ser la ropa y los zapatos en el caso de las mujeres, o la tecnología y los coches, en el caso de los hombres.

Estamos en una sociedad de consumo y nos gusta consumir. No vemos nada de malo en ello. Aunque sí es un problema cuando el deseo de consumir es una adicción. Ser una adicta a las compras es tan malo como serlo a las drogas.

Se consume con la idea de que tener cierta cantidad de objetos es una necesidad, cuando luego de adquirirlos nos damos cuenta de que no es así y queremos más. Según los expertos, "El comprador compulsivo compra cosas que no necesita con dinero que no tiene".

Si tienes algunos de estos ítem, es tiempo de que te tomes un momento para ti y ver qué anda mal: te llenas de objetos que no necesitas; sientes más placer por comprar que por lo que compras; gastas más de lo que tienes; disfrutas de ese poder de decisión que te da el comprar; las compras te traen algunos problemas en casa.

Mira un poco para ti misma, repasa cómo va tu trabajo, tus afectos, tu propia imagen, el lugar que ocupas en tu vida social, tus posibilidades de elegir o decidir en lo cotidiano, etc.

Porque comprar de forma compulsiva significa que algo no está bien, puede que sientas un vacío que no sabes cómo llenar, te permita destacar socialmente, demostrar que tienes dinero, diferenciarte de los demás, etc.

Las siguientes son unas maneras de empezar a solucionar esta adicción: disminuir cada día la cifra que te permites gastar; llevar una lista con los gastos diarios -es ideal tener un control de tus pagos con tarjeta-, salir con efectivo y sin tarjeta, dejar algo pendiente para otro día.

Vía: Nosotras


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jueves, 17 de enero de 2008

¿Cómo y qué comprar en época de rebajas?


La semana pasada hablamos sobre el tiempo de rebajas que recién comenzaba. Ahora, que las liquidaciones se encuentran en pleno proceso, te damos algunas recomendaciones de lo que te conviene comprar.

Comentan los que saben que el tiempo ideal para gastar dinero en tu guardarropas es en enero-febrero y junio-julio, la época en la que los precios de la colección de la temporada son más accesibles, y por ende más conveniente para tu bolsillo.

Eso sí, debes tener un voluntad de hierro, porque, según me pasa a mí, me es imposible controlarme cuando las nuevas colecciones hacen sus apariciones en las vidrieras. Además, se corre el riego de que aquella prenda que te fascina en pocos días ya no se encuentre más.

En época de rebajas es importante que te hagas una lista de lo que necesitas. Esto es, de aquello que más éxito ha tenido, y tiene, en esta temporada, pero que a la vez sepas que se va a seguir usando.

Es ideal comprar los básicos indispensables para combinar con lo que ya tienes, y convertir a toda tu ropa en versátil.

También se recomienda, comprar calidad en vez de cantidad. Es verdad que las rebajas nos convencen de querer comprar más y más, hay precios increíbles, pero es mejor elegir una prensa de calidad y no muchas que durarán con suerte un año más.

Para saber gastar tu dinero (no hay nada peor que sentir que una lo tiró) hay que seguir estos simples consejos: no comprar una prenda que quede justa o un poco chica, conviene algo más grande -no más de dos talles-.

Elegir prendas de media estación, ya que la podemos seguir usando unos meses más apenas compradas. Por último, nunca adquirir algo que no nos termine de convencer, ni prendas con defectos o manchas.

Vía: La Nación

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jueves, 13 de diciembre de 2007

Ir de compras... no siempre es tan fácil


Amo ir a comprar ropa y zapatos. Son por el momento mis objetos de deseo. Todavía no me dio por los perfumes, las carteras o las joyas. Pero la ropa, exterior e interior, y los zapatos me vuelven loca. Pararme frente a una vidriera es dejarme ir al más allá de los objetos que no puedo comprar. Porque es verdad, no todo puedo comprar (como mucha otra gente).

Pero una vez elegido aquello en lo que voy a gastar entro a la tienda, y pocas son las veces en que salgo satisfecha la primera vez. “Justo este color no me queda, pero entra la semana que viene”, “ese talle es el más grande que te tengo”, “¿es para ti?” una pregunta echa entre dientes como instigándote a matarte de hambre, cuando muchas veces quienes preguntan son más gordas que tú.

Es verdad, las mujeres damos mucha vueltas para comprar, pero las que te atienden están como obligadas a trabajar allí y hacen notar que no están para nada a gusto. Cuando entras a una tienda, en ocasiones, te miran como si las estuvieses molestando. Y casi siempre son mujeres, como tú, como yo.

Y qué mejor que mujeres entre mujeres para entender nuestros rayes. La cosa no es tan simple. Pocas son las que atienden como se debe. ¿Será el ritmo de vida vertiginoso de hoy que obliga a las vendedoras a expedirte lo más rápido posible?...


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jueves, 22 de noviembre de 2007

Un shopping en Barcelona tiene el espacio "aparca maridos". Nunca hacer las compras en pareja fue tan divertido


Me encanta ir a comprar ropa con mi marido. Él me tiene paciencia y me sigue a cada tienda que entro. Es verdad, preferiría ir a ver tecnología, pero no se queja y tiene la amabilidad de acompañarme con su mejor cara. Eso sí, si le digo que voy con mi mamá lo prefiere.

Pero he visto millares de hombres esperando a sus mujeres fuera de los probadores con su mejor cara de perro y aburrimiento. Ellas en su mundo se olvidan de ellos, como yo, y se internan en el mundo de la ropa y los zapatos. Ellos recordando a cada segundo que están esperando a sus mujeres quieren desaparecer del shopping cuanto antes.

No obstante, hubo un centro comercial con una ideal genial. Se trata de Gran Via 2, de Barcelona, que tiene un espacio sólo para hombres, mientras nosotras nos desvivimos por alguna prenda.

Sí, así como hay espacios para los niños que van con sus madres de compras, ahora los hay para ellos, los más grandecitos. En su lugar tienen de todo para no aburrirse como un hongo, sillones, televisores y diarios.

¿Saben cómo se llama este lugar? el "aparca maridos". Aunque no estoy de acuerdo con denominarlo de esta manera, como de feminista resentida, sí me parece bueno para que haya paz cada vez que el matrimonio va de compras.

Vía: Infobae


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