Durante años se creyó que era un mito, pero no, existe en mujeres y en hombres. En el caso de las chicas es un tejido que se encuentra en la pared frontal de la vagina, aproximadamente a cinco centímetros de su entrada.
Es muy sensible porque está rodeado de terminaciones nerviosas, y la mejor manera de estimularlo es explorarlo y tocarlo, o tener una penetración por detrás durante el acto sexual.
Para encontrarlo hay que poner el dedo en la vagina y, con éste apuntar hacia el abdomen, moviéndolo como si se dijera “ven acá”. Su tamaño es, aproximadamente, como el de una moneda mediana, aunque su localización y dimensión pueden variar entre una mujer y otra.
Muchas afirman que cuando este punto es estimulado sienten más placer, o de una manera diferente, que en otras partes de la vagina. Mientras algunas pueden llegar al orgasmo con esta estimulación y, a consecuencia, eyacular un líquido blanco o transparente, a otras les puede incluso molestar (cada persona es diferente). Vale aclararlo, en cualquiera de los dos casos no hay nada de malo.
Descubrir este punto de máximo placer es una tarea difícil, por lo que algunas mujeres llegan a creer que no lo poseen. Aquellas que sí lo han encontrado, dicen disfrutar mucho la posición de “perrito” durante el acto sexual, ya que le permite al pene un mejor acceso a la pared del frente de la vagina; cuando se comienza a estimular este punto, varias mujeres tienen una sensación parecida al deseo de orinar.
En cuanto al hombre también le resulta de extrema sensibilidad -si se sabe explorar-, y puede desencadenar en orgasmos más placenteros. No obstante, aunque quienes lo han probado dicen que es una experiencia en extremo satisfactoria, muchos no quieren descubrirlo porque lo consideran antihigiénico o incluso que con su búsqueda pierden su masculinidad.
Es que este punto es la próstata, una glándula que genera el líquido seminal que transporta a los espermatozoides. Para llevar a cabo esta búsqueda, es preciso tener en cuenta los siguientes consejos: evitar molestias o heridas teniendo las uñas bien cortas, usar guantes de látex o un preservativo para una mayor protección, aplicar en el dedo -antes de introducirlo- un lubricante a base de agua, tocar suavemente la parte externa del ano, haciendo círculos.
Chicas, manos a la obra y a encontrar este punto de sumo placer, nuestro cuerpo, y el de él, lo agradecerá.
Artículos relacionados:
martes, 18 de diciembre de 2007
Lo que debes saber del punto G
Publicado por DC en 8:03
Etiquetas: placer, salud, sexualidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario