Llega el fin de año y el balance es inevitable. Algunos definen el final de esta etapa como “fue buena o mala”, y otros en cambio prefieren hacer un análisis de qué cosas les salieron bien y cuáles no.
Según los especialistas lo ideal es no hacer ningún balance, porque se tiende a hacer hincapié en lo que salió mal, considerando a estos hechos como fracasos, lo cual no debería ser visto de esa manera.
Además, consideran que no es sano festejar el fin de año sólo festejando los éxitos o soportando una angustia por no lograrlos, por lo que recomiendan trazarse metas más accesibles a la realidad de cada uno.
También recomiendan que aunque “el sufrimiento, las angustias pasadas y el dolor de las pérdidas no se olvidan; sí podemos ayudar a cicatrizarlas abriéndole paso a las palabras retenidas, animándonos a confesar los miedos que nos acechan, y secando todas las lágrimas que fueran necesarias derramar; y que a veces lleva un tiempito”.
Otra cosa primordial es mirar el año que comienza como una hoja en blanco, en la que la historia está por escribirse, ahí la expectativa debe ser realista; estando el punto en “tratar de pensar y decidir -y esto sí depende enteramente de nosotros- cómo querríamos transitar lo que sigue”.
Asimismo, aconsejan que no hay que basar nuestra vida en “todo o nada”, porque el resultado será “ganas o pierdes”, lo cual da un balance “donde la angustia es efectivamente reina”. Para ello hay que “construir una matriz que reconozca la combinatoria de la vida humana: esto es, que ninguna operatoria del hombre será absoluta”.
Por último, los especialistas aseguran que “perseguir un objetivo nos procura bienestar, alivio y alegría”, por eso proponte nuevos desafíos y el nuevo año será visto con un entusiasmo renovador.
Vía: Infobae
Artículos relacionados:
viernes, 21 de diciembre de 2007
Cómo hacerle frente al inevitable balance de fin de año
Publicado por DC en 9:32
Etiquetas: autoayuda, autoestima, fin de año, salud
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario