Siempre se ha tildado a las mujeres de envidiosas y competitivas. Yo renegaba de esta afirmación hasta que crecí y me di cuenta que algunas de nosotras no soporta ver una mujer bella, una profesional exitosa ni una a la que le vaya bien en el amor.
Son pocas las que se alegran por el éxito ajeno. ¡Ojo! que lo mismo sucede con los hombres, pero a otro nivel; por lo general su competencia pasa por los logros económicos. La envidia no discrimina el sexo.
Pero volviendo a las mujeres, debo admitir que este tipo de actitudes en ellas no me gusta nada, pero es verdad y se da en todos los niveles sociales y ámbitos. Por ejemplo, leí una noticia que habla del caso de una joven que compitiendo en un concurso de belleza sufrió todo tipo de ataques de… sus colegas.
Quien se convirtió en la ganadora del certamen Miss Puerto Rico Universe 2008 (en el que participaron 30 mujeres de varios municipios de este país), Ingrid Marie Rivera, tuvo que enfrentar los ataques de sus competidoras.
Por ejemplo, le echaron gas pimienta en el maquillaje y en su vestido -lo que le hinchó el rostro y le ocasionó ronchas-, y le robaron su bolso donde tenía su vestuario, maquillaje, tarjetas de crédito, entre otras pertenencias.
Esto no me sorprende porque ya hace rato que se rumorea que las modelos sufren semejantes ataques de sus colegas, como desde hacerse desaparecer un par de zapatos, hasta usar el vestido que le tocaba a otra o empujarse en la misma pasarela. Es que ser bella tiene su costo, y no siempre es digno.
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lunes, 26 de noviembre de 2007
La crueldad de algunas mujeres: cómo destruir a una belleza
Publicado por DC en 8:33
Etiquetas: concurso de belleza, modelo, mujer
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