miércoles, 2 de enero de 2008

Ojeras: combatirlas es posible

Todas las mujeres a partir de los 25 años empezamos a luchar contra las ojeras. Mientras antes salíamos casi todas las noche y por ende dormíamos poco, al otro día había al despertarnos apenas una hinchazón que en un abrir y cerrar de ojos desaparecía.

Hoy, el estrés, el cansancio, la falta de sueño, enseguida se manifiestan debajo de nuestros ojos. Aunque las ojeras tienen varios orígenes, en la mayoría de los casos, son provocadas por venas bajo la piel alrededor de los ojos. Esta piel es en extremo delicada, es mucho más delgada que la del resto del cuerpo, y por eso las venas son visibles.

A medida que pasan los años esta piel se daña y se vuelve aún más fina y débil; lo que provoca que las venitas y capilares se vuelvan más perceptibles. Otra condición que produce ojeras es la pigmentación de la piel.

Las ojeras se presentan en cada persona de un color diferente, lo que depende del tipo de piel. En quienes tienen piel oscura, que se han expuesto demasiado al sol o que manifiestan cambios hormonales, las ojeras suelen ser de color marrón. En las personas con piel color mate las ojeras se presentan verdosas; y en las pieles más blancas se manifiestan con un color violáceo.

Para solucionar este problema, ante todo es conveniente llevar una dieta saludable, dormir bien (los médicos recomiendan un promedio de 7 o 8 horas de sueño para adultos), evitar alimentos salados, utilizar protector solar, ingerir abundante agua, no fumar, ni ingerir alcohol o cafeína.

Además, se pueden atenuar con tratamientos o disimular con maquillaje. Como cuidado cosmético, conviene usar, tanto por la mañana como por la noche, una crema hidratante específica para el contorno de los ojos. Esto ayudará a descongestionar y cuidar el área.

Otra buena solución es usar correctores. Para aplicarlos de forma correcta se comienza por limpiar bien la piel con una crema hidratante. Luego, colocar el corrector mediante suaves golpecitos, sin estirar la piel, y difuminarlo con una esponja en dirección de afuera hacia adentro.

Otro de los tratamientos caseros es el uso de las bolsitas de té frío en los ojos para reducir las ojeras (aunque si éstas son producidas por alergias este paso no funciona). La manzanilla es uno de los elementos naturales más eficaces para combatir la inflamación. Una taza de té de este producto puede ayudar después de una larga noche o, incluso, después de llorar.

También es útil usar mascarillas para los ojos, porque así se beneficia la delicada piel del alrededor. En caso de preferir mascarillas naturales, utilizar compresas de té frío o papa cruda.


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